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6 grandes errores que cometen las personas al regar las orquídeas según un experto

La orquídea es una planta tropical que se puede utilizar muy bien como planta de interior. Aprecia el calor y la humedad, y por ello para cuidarla hay que saber regarla para que no se marchite, pero también para no asfixiar sus raíces. En la web circula mucha información referente al riego de las orquídeas, algunas de ellas son solo ideas recibidas, incluso un mito. En este artículo, lo ayudamos a distinguir lo real de lo falso.

No usar agua del grifo o incluso regar con un cubito de hielo son algunas de las ideas recibidas sobre el riego de las orquídeas, plantas que pueden formar parte de las plantas de interior. Siendo esto no siempre cierto, conviene aportar algunas correcciones relativas a su mantenimiento.

Romain Maire, un experto en orquídeas, responde a las diversas preguntas sobre el mantenimiento de esta planta. También planteó la famosa cuestión del riego.

orquídea

Orquídea – Fuente: spm

¿Qué ideas recibidas se refieren al riego de orquídeas?

  • Riego con hielo

Es común aconsejar el uso de cubitos de hielo para regar la orquídea. Al derretirse, los cubitos de hielo permiten el riego por goteo para evitar que la planta se riegue en exceso. Suena como un truco inteligente para regar la orquídea, pero hay un inconveniente. Cuando los cubitos de hielo se derriten, el agua corriente fría puede crear un choque térmico para la planta y dañar sus raíces. En el caso extremo, este estrés hídrico  puede incluso provocar la muerte de tu orquídea.

Sin mencionar que al regar su orquídea con cubitos de hielo, corre el riesgo de darle una cantidad insuficiente de agua. Un cubo de hielo equivale a 1/4 de taza de agua, pero esta cantidad de agua es insuficiente para regar tu orquídea.

La mejor forma de regar la orquídea es sacar la maceta del macetero y remojarla en un recipiente con agua tibia durante 10 a 13 minutos. Luego retire la olla del recipiente, déjela escurrir y luego vuelva a colocarla en su escondite. Esta técnica permite hidratar bien todas las raíces, empezando por la parte superior del cepellón.

  • Usa agua del grifo

Usar agua del grifo para regar la orquídea es suficiente. Dicho esto, es mejor optar por el agua de lluvia que es agua no calcárea. Lo más importante es no usar agua fría ni caliente. Las orquídeas prefieren agua a temperatura ambiente para volver a florecer.

riego de orquídeas

Riego de orquídeas – Fuente: spm

Estas dos ideas recibidas no son las únicas que circulan sobre las orquídeas. Hay otras relativas a su trasplante, su ubicación o su nebulización.

¿Cuáles son las otras ideas recibidas sobre el cultivo de la orquídea?

  • La ubicación de la maceta de orquídeas.

Para cultivar la orquídea en casa, podemos leer en la web que no debes abrir las ventanas al lado de las orquídeas. Pero una habitación bien ventilada no le hará daño a tu orquídea. Lo que más teme tu planta son las corrientes de aire.

Para saber cómo cuidar esta planta, no la coloques en la habitación más cálida de tu casa. No olvides que la orquídea también agradece la humedad y la luz, pero una habitación cálida es una habitación seca, por lo que tendrás que regar tu planta con mayor frecuencia.

  • nebulización 

Como a las orquídeas les encanta la humedad, es recomendable rociarlas y rociarlas con agua. Pero tómatelo con calma con este consejo. El exceso de humedad podría provocar depósitos de agua en las juntas de las hojas y, por lo tanto, generar moho.  El agua se acumula fácilmente en las plantas en macetas y puede hacer que se pudran. Por eso es necesario asegurarse  después de cada riego de que su planta se seque correctamente.  Recuerde  eliminar el agua estancada en el platillo para evitar la pudrición de la raíz.

  • Trasplantar 

trasplante de orquídeas

Replantar orquídea – Fuente: spm

Podemos leer que una orquídea debe trasplantarse inmediatamente después de su compra, pero debe trasplantarse después de que haya florecido, porque  es entonces cuando la planta reanuda su crecimiento. Por lo tanto, esta es una oportunidad para proporcionar a su orquídea un nuevo sustrato. Dicho esto, mantén tu orquídea en su maceta original hasta que florezca, luego trasládala a una maceta más grande para darle espacio a las raíces de tu planta y no sofocarlas. Prefiere una maceta con agujeros, hecha de terracota para brindar una mejor ventilación a las raíces de tu planta. Una maceta de plástico transparente también es útil, ya que te permitirá comprobar mejor el estado de las raíces. No utilice la tierra de su jardín o una tierra estándar, pero elija una tierra especial para orquídeas. Este contiene, entre otras cosas, corteza de pino, fibras de coco, bolas de arcilla, carbón vegetal y esfagno.

No dude en quitar raíces podridas o muertas, tallos secos y hojas amarillas con tijeras de podar antes de trasplantar su planta.

Renueva el trasplante de tu planta cada 2 años para reponer el sustrato y así renovar el aporte de nutrientes de tu planta. Así es como tu orquídea puede desarrollarse  y florecer como desees.

Al aclarar todos los conceptos erróneos sobre las orquídeas, podrás mantener tu planta de la mejor manera y la jardinería se convierte en un placer.