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7 cosas que hacer para salvar nuestras plantas favoritas de una muerte segura

La vuelta de la primavera y la llegada del verano despierta muchas veces en nosotros el deseo de adornar nuestros hogares o nuestros jardines con nuevas plantas , sin pensar demasiado en si les gustará el lugar que hemos elegido para ellas.

Algunas plantas requieren un cuidado casi diario, mientras que otras, como los cactus, aprovechan fácilmente su reserva. Si una planta muere, puede deberse a uno o varios descuidos (algunas plantas necesitan riego diario), enfermedad, exceso de agua o incluso una desviación violenta de la temperatura.

Pero, ¿sabías que ver algunas hojas secas no significa que la planta ya esté muerta? Y sepa que será el tallo el que le dirá si aún persiste la vida allí y si la planta aún se puede salvar.

Así que no te liberes inmediatamente de tus plantas; y continúa leyendo este artículo, te ayudará a salvar tus plantas…

1. ¿Tu planta sigue viva?

Lo primero que debes hacer es raspar la corteza en la base de los tallos con un cuchillo pequeño o con la uña: si la primera capa de la epidermis está verde , tu planta sigue viva.

Sabrás que la planta está muerta cuando encuentres el centro del tallo marrón. Otra cosa a hacer es doblar la varilla muy suavemente. Si el tallo está seco y se rompe, tu planta está muerta. No obstante, nuestro consejo es que no lo tires porque tendrás que controlar las raíces . ¡Todavía podrían dar a luz a otra planta, ayudándolos un poco, por supuesto! 

2. Cortar los tallos secos

Usa tijeras o tijeras de podar y corta el tallo muerto cada 3 cm hacia abajo del tallo, hasta que veas el color verde dentro del tallo. ¡De este lugar no cortes más, el tallo todavía está vivo! Todo el tallo puede estar completamente seco; por lo tanto, tendrá que cortarlo completamente hasta las raíces. Para las plantas de tus jardines, te aconsejamos que esperes hasta la primavera . Esta operación no debe realizarse antes de las heladas, cuando todavía hace mucho frío. Tus plantas no lo soportarían. Luego deberá ser paciente para tratar de averiguar si sus raíces aún podrán reproducirse en una nueva planta. 

3. Encuentra el mejor lugar para cada una de tus plantas

Cada planta es única y para cada planta, debes encontrar el mejor lugar para colocarla. El sol es muy importante para todas las plantas, pero algunas deben recibir luz y calor directamente de él, otras, por el contrario, solo necesitan su luminosidad. Si ve que su planta sufre, puede deberse a que recibe demasiada o muy poca luz, o demasiado calor y poca sombra en el arco del día. Infórmate de las necesidades particulares de cada una de tus plantas y sobre todo, no dudes en moverlas hasta encontrar su lugar ideal.

4. Adaptar también las necesidades de agua

El agua es vida para tus plantas, pero la cantidad de agua y los métodos de riego son diferentes para cada una de ellas. No es fácil dosificar bien el riego, pero es imprescindible.
Primero trata de entender tu error: si tu planta tiene los tallos y las hojas secos, no has regado lo suficiente. Si por el contrario la base de tu planta está casi podrida, has regado en exceso. Recuerda que las plantas son muy sensibles al medio ambiente . Para el bienestar de sus plantas de interior, mantenga un buen nivel de humedad en su hogar. 

5. El mejor fertilizante para cada planta

Recuerda que cada planta necesita un abono específico . Por ejemplo, para rosas, no será el mismo abono que para mimosa. Cada flor, cada planta necesita diferentes minerales y compost. Otra cosa: en algunos casos, el abono se puede dar puro, directamente en el suelo en la base de los tallos. Otras veces, por el contrario, algunas plantas no soportan el abono puro, y por ello es necesario diluirlo en agua. Pida ayuda a los expertos en jardinería .

6. Consigue salvar los esquejes

Incluso si parece que una de tus plantas está a punto de morir, si notas que algunos tallos aún están vivos, córtalos y colócalos en un recipiente pequeño lleno de agua. Si sus tallos son demasiado pequeños y delgados para mantenerse en pie en el agua, envuélvalos en algodón o en un trozo de papel húmedo que humedecerá de vez en cuando. Después de un tiempo, te alegrará ver que tus esquejes han comenzado a crecer lentamente nuevamente. Espera unos días y luego podrás plantarlas en el suelo, ya sea en un jarrón o en tu jardín.

7. Crea tu abono

¿Alguna vez has pensado que incluso si tu planta está completamente muerta, todavía puede usarse para algo? Y sí, efectivamente, compostándolo, puede convertirse, a su vez, en un magnífico abono que servirá para el crecimiento y buena salud de muchas otras bonitas plantas. La naturaleza se renueva constantemente!!

Es tu turno…

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