El pollo al horno es un clásico. Sabroso y fácil de preparar, es uno de los platos favoritos de muchas personas. Pero, para que la receta tenga un éxito perfecto, todo depende de la sazón. ¿Con qué pincelas tu pollo antes de ponerlo en el horno? Si quieres que quede tan jugoso como crujiente, tienes que apostar por aromáticos especiales y una cocción adecuada. ¡Sigue el truco de los grandes Chefs para impresionar a tus invitados!

Si bien cada uno tiene sus ingredientes favoritos para darle un sabor particular al pollo, siempre es bueno innovar para variar los sabores y reinventar este plato tan popular. No más miedo a que las aves se sequen, este pequeño truco hace maravillas. ¡Cocinar tu pollo nunca ha sido tan exitoso!

El secreto del pollo perfectamente jugoso y sabroso

pollo al horno

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Pollo al horno – Fuente: spm

No tienes que ser un cordon bleu para cocinar tu pollo a la perfección en el horno. Por otro lado, para evitar ciertos errores, sigue estos sencillos y rápidos pasos que te ayudarán en la preparación de tu plato. Porque al final, el verdadero temor durante la cocción es que el pollo se ponga duro (¡incluso quemado!), seco y sin sabor. Su objetivo es hacerlo lo más sabroso posible, bien dorado y crujiente por fuera, jugoso y delicioso por dentro.

Ya, todo se juega en la sazón del pollo. Antes de meterlo en el  horno , hay que elegir con cuidado un cóctel de especias y hierbas específicas para potenciar su sabor y darle el máximo sabor. Según tus preferencias, opta por pimentón, azúcar moreno, orégano, romero, tomillo, cebolla, ajo, mostaza, sal y pimienta. Cada uno de estos ingredientes le aportará un aroma muy particular al ave.

Consejo del chef  : para darle un toque aún más sabroso al pollo, antes de meterlo en el horno, sería buena idea rebozarlo con una mezcla de mostaza, aceite de oliva, tomillo fresco y ajo. Y por supuesto, no olvides espolvorearlo con sal y pimienta. Deje esta marinada toda la noche (o al menos 8 horas antes de poner en el horno)

El truco añadido  : remojar el pollo durante 15 minutos en 2 litros de agua y dos cucharadas de bicarbonato de sodio antes de marinar. Este procedimiento ablandará la carne del pollo. Recuerda aclararlo bien con agua después de este baño de bicarbonato.

¿Cómo cocinar el pollo a la perfección?

Un pollo fuera del horno

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Un pollo recién salido del horno – Fuente: spm

Después de cubrir el pollo con la mezcla, mételo al horno a temperatura alta (210°C) durante 20 minutos, luego baja la temperatura del horno a 180°C por el resto de la cocción (aproximadamente 1 hora). De esta manera, los bordes quedarán perfectamente crujientes mientras se mantiene el interior jugoso y suave. Al final de la cocción, déjalo en remojo durante cinco minutos en la salsa.

Si te preocupa secar el pollo o quemarlo, no caigas en la tentación de bajar la temperatura. ¡Entonces corre el riesgo de prolongar la cocción y, por lo tanto, dejarla más seca al final! Una temperatura alta y un tiempo de cocción más corto dan la combinación perfecta: exterior dorado y caramelizado, interior tierno y jugoso. ¡Suficiente para derretir tus papilas gustativas y las de tus seres queridos!

Advertencia  : asegúrese de rociar generosamente su pollo con sus jugos cada 15 minutos.

Una vez cocido, el pollo al horno requiere un último esfuerzo: dejar reposar envuelto en una hoja de papel aluminio. La meta ? Su delicada carne solo será más tierna y tierna.

Por supuesto, puedes servirlo con diversas comidas y preparaciones: puré  de patatas  o coliflor, una ensalada, unas verduras a la plancha (también puedes rociarlas con su jugo), arroz o incluso  patatas fritas .