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Hojas de laurel en los radiadores: ¡el truco fácil que se convierte en magia!

La magia sucede de verdad, si pones laurel en los radiadores.

Este mapa, conocido desde la antigüedad, fue tan apreciado por griegos y romanos como el premio al triunfo de héroes y atletas. Incluso hoy en día, se hacen guirnaldas para adornar la cabeza de los recién graduados y atraer elogios del público. Pero, ¿por qué es tan precioso?

El laurel, en la mitología pagana, era sagrado e indicaba sabiduría y gloria. Consagrada a Apolo, cuenta la leyenda que Dafne, la ninfa de la que estaba enamorado, pidió que la transformaran en laurel para escapar de él. Apolo la plantó en su jardín y cada día se ceñía el cuello con una corona de sus hojas, para llevar consigo a su amada.

Desde entonces, ha sido un símbolo de éxito.

Sus cualidades son innumerables, entre estas destaca sus virtudes diuréticas, astringentes y estimulantes del apetito. Favorece la digestión y ayuda al metabolismo hepático. Su aroma es conocido en la cocina, pues enriquece cada plato con aromas embriagadores.

Sin embargo, en este punto, puede preguntarse qué tiene que ver todo esto con el radiador. ¡Averigüémoslo juntos!

Ponle laurel a los radiadores y verás: ¡la verdadera magia sucede!

Ponle laurel a los radiadores y verás: ¡la verdadera magia sucede!

Antes de desvelar la magia que presenciarás cuando pongas los laureles en los radiadores, intentemos entender mejor cómo modular el sistema de calefacción para frenar los gastos, dado el aumento de los costes energéticos.

Comprobar que los radiadores funcionan perfectamente y ventilarlos.

Libéralos en la medida de lo posible de impedimentos como muebles que obstruyan la difusión del calor, cortinas pesadas, cestos…

Fije una temperatura entre 18 y 20° como máximo.

Una vez hecho todo esto, coloca las hojas de laurel frescas sobre los radiadores. Difundirán un aroma persistente y fresco en las habitaciones, ¡y ahorrarás en la compra de ambientadores! ¡Pero no solo! El calor irá secando poco a poco las hojas, que podrás seguir utilizando para hacer una infusión digestiva y relajante, o para rellenar bolsitas de tela. Luego colócalas en cajones y armarios para perfumarlas y alejar las polillas, o debajo de la almohada. ¡Te ayudarán a dormir mejor!