Las orugas procesionarias, estas pequeñas bestias peludas, representan un auténtico flagelo para los árboles, especialmente los pinos, cedros y encinas.
También son una amenaza para la salud de los animales domésticos y humanos.
De hecho, sus pelos punzantes pueden causar reacciones alérgicas e irritaciones en la piel.
Descubra cómo deshacerse de estas plagas utilizando métodos ecológicos.
Identificar las orugas procesionarias y su ciclo de vida.
Las orugas procesionarias son las larvas de la polilla Thaumetopoea pityocampa.
Se caracterizan por su color gris a marrón y su cuerpo cubierto de pelos punzantes. Su nombre proviene de su comportamiento gregario: se desplazan en procesión, uno detrás de otro, en busca de alimento.
El ciclo de vida de las orugas procesionarias se divide en varias etapas:
- La puesta de huevos por polillas adultas en las ramas y agujas de los árboles, generalmente entre junio y septiembre.
- La eclosión de los huevos y la aparición de las primeras larvas, aproximadamente 30 días después de la puesta.
- El crecimiento de las larvas en varias etapas, durante las cuales se alimentan de las agujas y hojas de los árboles.
- La formación de capullos y la transformación de orugas en pupas, generalmente entre febrero y abril.
- La metamorfosis de las ninfas en mariposas adultas, que se alejan volando para reproducirse y volver a poner huevos.
Tomar medidas preventivas para evitar su proliferación.
El primer paso para acabar con las orugas procesionarias es actuar aguas arriba evitando su desarrollo y proliferación.
Se pueden implementar varias soluciones preventivas:
- Planta árboles resistentes : ciertas especies de árboles tienen menos probabilidades de ser infestadas por orugas procesionarias, como el pino silvestre, el pino laricio o el pino carrasco.
- Instalar pajareras : las aves insectívoras, como los carboneros, son depredadores naturales de las orugas procesionarias. Al instalar cajas nido en tus árboles, fomentas la presencia de estos aliados.
- Dar preferencia a los métodos de control biológico : la introducción de depredadores naturales, como avispas parasitoides o mariquitas, permite regular la población de orugas procesionarias sin utilizar productos químicos.
Tratar los árboles infestados de orugas procesionarias
Si, a pesar de sus esfuerzos de prevención, las orugas procesionarias han infestado sus árboles, se pueden implementar varios métodos de control:
- Atrapamiento de orugas : trampas de feromonas específicas atraen y capturan polillas adultas antes de que pongan sus huevos. Se instalarán entre junio y septiembre.
- Deshierbe mecánico : consiste en retirar manualmente los nidos de orugas con una pértiga telescópica o una podadora. Esta operación debe realizarse con cuidado para evitar el contacto con los pelos punzantes.
- Tratamiento biológico : el uso de productos a base de Bacillus thuringiensis, una bacteria natural, permite infectar y matar las orugas de la procesionaria sin dañar el medio ambiente.
- Control mecánico : se pueden colocar collares antiorugas, también llamados ecotrampas, alrededor de los troncos de los árboles para evitar que las orugas desciendan y se refugien en el suelo para convertirse en ninfas.
Protégete a ti y a tus animales de las orugas procesionarias
Los pelos punzantes de las orugas procesionarias pueden causar reacciones alérgicas e irritaciones de la piel en humanos y mascotas.
Por lo tanto, es fundamental protegerse a sí mismo y a sus animales durante las operaciones de control de estas plagas:
- Use ropa protectora : al desherbar o colocar trampas, considere usar guantes, gafas protectoras y ropa que cubra para evitar el contacto con pelos punzantes.
- Cuidado con las mascotas : Los perros y gatos son particularmente susceptibles a los pelos punzantes de las orugas procesionarias . Asegúrese de mantenerlos alejados de las áreas infestadas y busque atención veterinaria de inmediato en caso de contacto.
- Recoge orugas muertas : los pelos urticantes de las orugas procesionarias permanecen activos incluso después de su muerte. Recuerda recoger las orugas muertas con cuidado y desecharlas en una bolsa hermética para evitar cualquier riesgo de contacto.
Deshacerse de las orugas procesionarias es una tarea difícil que requiere prevención y acciones específicas. Al favorecer métodos ecológicos y respetuosos con el medio ambiente, no solo ayuda a proteger sus árboles y su salud, sino también a preservar la biodiversidad y el equilibrio natural de su jardín.
No dude en acudir a los profesionales si se encuentra ante una infestación importante, para poder beneficiarse de un asesoramiento adecuado y una intervención eficaz.
Finalmente, manténgase alerta e informado sobre los métodos de combate y prevención de estas plagas, porque la mejor arma es el conocimiento.